SISTEMAS CIRCULATORIO, RESPIRATORIO
Y EXCRETOR ANIMAL
5. SISTEMA RESPIRATORIO
El metabolismo animal obtiene la energía de reacciones
catabólicas oxidativas, mediante respiración celular, que
precisan oxígeno y desprenden dióxido de carbono y agua.
Los animales más complejos presentan superficies
respiratorias para el intercambio de gases con el medio. El
término respiración suele tener dos acepciones diferentes:
Respiración externa: es un simple intercambio de
gases entre el medio y los órganos respiratorios. Se
capta oxígeno y se libera dióxido de carbono.
Respiración interna, celular o metabólica: es la
verdadera respiración. Consiste en la utilización por las
células del oxígeno captado en reacciones catabólicas,
produciendo dióxido y agua. Tiene lugar en las
mitocondrias.
Las superficies respiratorias animales tienen que tener varias
características: humedad, permeabilidad, irrigación y
delgadez.
5.1. RESPIRACIÓN EN AMBIENTES ACUÁTICOS
El intercambio de gases en los medios acuáticos presenta
diversas complicaciones. Por un lado, el contenido en oxígeno
es bajo, menor del 1%, y aún menor en agua salada. Además,
este contenido es muy variable, dependiendo de la
temperatura del agua (más oxígeno en aguas frías) y su
agitación. Por otra parte, el agua tiene mayor capacidad de
disolución de CO
2
que el aire.
Los animales acuáticos han desarrollado dos sistemas básicos
de intercambio de gases: la respiración cutánea y la
branquial.
5.1.1. RESPIRACIÓN CUTÁNEA
El oxígeno difunde desde el agua a la sangre o líquidos
celómicos a través de la superficie corporal. Es típica de
invertebrados sencillos: poríferos, cnidarios, platelmintos,
anélidos y larvas. En algunos peces, como las anguilas, es
un complemento de la branquial.
5.1.2. RESPIRACIÓN BRANQUIAL
Los animales más grandes y complejos necesitan una mayor
superficie respiratoria, por lo que han desarrollado un sistema
de branquias, repliegues cutáneos, más o menos complejos,
que aumentan el área de intercambio.
Las branquias pueden ser externas o internas, pero siempre
están muy irrigadas para que los capilares sanguíneos
capten el oxígeno del agua y expulsen el CO
2
.
Branquias externas: típicas de invertebrados como
algunos gusanos (anélidos marinos) o estrellas de
mar y de vertebrados como algunos anfibios. Es un
sistema más primitivo y con desventajas evidentes: más
expuestas a lesiones, dificulta la locomoción y carecen
de mecanismos de ventilación, por lo que el animal ha
de moverse constantemente.
Branquias internas: presente en la mayoría de
invertebrados acuáticos (moluscos, crustáceos) y en
los peces. Constituidas por numerosas laminillas dentro
de una cavidad branquial que se ventila
constantemente mediante un flujo continuo de agua.
Estas branquias tienen dos modalidades:
Branquias internas de invertebrados: en
moluscos bivalvos, las branquias están en la
cavidad del manto, ventiladas por el movimiento
de cilios. En cefalópodos, el agua entra en la
cavidad del manto, baña las branquias y es
expulsada por el sifón (que, además, sirve de
mecanismo locomotor). En crustáceos existe un
apéndice torácico, el escafognatito, que crea
corrientes de agua.
Branquias internas de vertebrados: en los
peces óseos las branquias se apoyan en los arcos
branquiales óseos, de los que parten filamentos
branquiales con las laminillas de las branquias.
Las branquias se comunican con la cavidad bucal y
están cubiertas por un opérculo.
Para la ventilación, el agua entra por la boca al
tiempo que se cierra el opérculo. Luego, el opérculo
se abre y el agua sale bañando las laminillas
branquiales. El agua circula en dirección contraria a
la sangre en los capilares de las branquias, de esta
forma el intercambio de oxígeno y dióxido es más
eficaz.
En peces cartilaginosos el sistema es similar,
aunque tienen arcos branquiales cartilaginosos, con
de 5 a 7 aberturas branquiales y carecen de
opérculo.
5.2. RESPIRACIÓN EN AMBIENTES TERRESTRES
Los animales terrestres precisan bastante menos energía que
los acuáticos para realizar el intercambio de gases. Ello se
debe a la mucho mayor concentración de oxígeno en el
aire (un 21%).
El rendimiento energético es, por tanto, mayor en tierra. La
evolución favoreció la conquista de los continentes por parte
de organismos acuáticos.
En ambientes terrestres existen tres tipos de respiración:
cutánea, traqueal y pulmonar.
5.2.1. RESPIRACIÓN CUTÁNEA
Lombrices y anfibios presentan una piel delgada, desnuda y
muy irrigada que les permite el intercambio de gases.
5.2.2. RESPIRACIÓN TRAQUEAL
Exclusivo de algunos artrópodos como insectos,
miriápodos y algunas arañas (los arácnidos pueden tener
pulmones en libro, tráqueas o ambos). Algunos insectos
acuáticos tienen una combinación de tráqueas y branquias
llamadas traqueobranquias .
El sistema traqueal consiste en una serie de tubos, cubiertos
de quitina, llamados tráqueas. Éstas se ramifican en tubos
más finos o traqueolas y acaban en finas membranas donde
se da el intercambio de gases. Las tráqueas se abren al
exterior del cuerpo del animal mediante orificios llamados
estigmas o espiráculos . Los espiráculos pueden estar
permanentemente abiertos o, en caso de insectos más
complejos, abrirse y cerrarse según las necesidades del
animal.
El sistema traqueal ocupa gran parte del abdomen del animal,
extendiéndose hacia las alas en caso de tenerlas. Su gran
volumen y peso es una de las razones por la que no existen
insectos de gran tamaño.
El sistema traqueal permite la llegada de oxígeno a todas las
células y la retirada de dióxido de carbono sin necesidad de
un líquido de transporte.
La ventilación en el sistema traqueal puede ser pasiva o
activa. En miriápodos, arácnidos y larvas de insectos es
pasiva. Los insectos adultos, sobre todo los voladores,
tienen una tasa metabólica elevada y precisan de ventilación
activa. Esta se consigue mediante aplastamiento dorso-
ventral del abdomen o por contracciones musculares
telescópicas.
5.2.3. RESPIRACIÓN PULMONAR
Conlleva un intercambio de gases entre el aire y la
sangre y un sistema de transporte de O
2
y CO
2
. Hay dos
tipos: pulmones-libro y pulmones alveolares.
Pulmones-libro: típico de arañas, escorpiones y
caracoles terrestres. Son pulmones formados por
laminillas en forma de libro y bañados por la sangre (son
animales de circulatorio abierto). Al carecer de sistema
de ventilación, el orificio de entrada está siempre abierto
y son poco eficaces. En los caracoles es un saco formado
en la cavidad pulmonar. Está muy irrigado y tiene un
orificio de salida, el pneumostoma.
Pulmones alveolares: algunos peces han desarrollado
estructuras vascularizadas para completar la respiración
branquial: vejiga natatoria, evaginaciones del
digestivo, etc. Sin embargo, el sistema más complejo
es el de los pulmones alveolares de vertebrados
terrestres.
Los primeros vertebrados en desarrollar este tipo de
pulmones fueron los peces pulmonados (dipnoos),
que tragan aire por la boca y lo dirigen a pulmones en
forma de sacos con tabiques y crestas vascularizados.
Así, pueden respirar semienterrados en el fango en
épocas de sequía.
A partir de estos peces, la tendencia evolutiva en los
vertebrados terrestres ha sido hacia un aumento de la
superficie respiratoria, gracias a la alveolización de
complejidad creciente desde anfibios a mamíferos.
5.2.4. MECANISMOS DE VENTILACIÓN
Los pulmones alveolares se ventilan mediante movimientos
musculares que fuerzan la entrada y salida de aire. Existen 3
mecanismos diferentes:
El aire se traga y se envía a los pulmones. Se da en
anfibios.
Los músculos intercostales aumentan o disminuyen la
capacidad torácica. Aves y reptiles.
Los músculos intercostales colaboran con el
diafragma, músculo plano que separa el tórax del
abdomen. En mamíferos.
Un problema para los animales de respiración pulmonar y
traqueal es el del espacio muerto. Se debe a que se usan
las mismas vías para la entrada y salida del aire, por lo que en
la espiración no se obtiene oxígeno.
Este problema es especialmente importante en animales
voladores, por lo que presentan adaptaciones apropiadas:
Insectos voladores: tienen espiráculos de entrada y de
salida.
Aves: presentan sacos aéreos, que permiten el flujo de
oxígeno tanto en la inspiración como en la espiración,
además de dar ligereza y facilitar el vuelo.
6. EL SISTEMA EXCRETOR
El sistema excretor se encarga de la eliminación de
desechos metabólicos, el equilibrio iónico y osmótico y
del control del agua en los tejidos.
El sistema excretor produce dióxido de carbono, productos
nitrogenados del catabolismo de las proteínas (amoniaco,
urea, ácido úrico…), cloruros, fosfatos y otros iones. Su
función básica es la homeostasis, es decir, el equilibrio iónico
del medio interno.
La excreción consta de tres tipos de procesos:
1.
Filtración: difusión de las sustancias de desecho y otras
de los líquidos del cuerpo (plasma, hemolinfa, líquido
intersticial, etc) por las membranas del excretor.
2.
Reabsorción: devolución de las sustancias filtradas,
pero útiles (agua, glucosa, aminoácidos, iones,…), a los
líquidos corporales.
3.
Secreción: se forma un líquido más o menos
concentrado que es expulsado al exterior.
6.1. EXCRETOR EN INVERTEBRADOS
Como en todos los sistemas vistos, existe una gran variedad
de sistemas excretores en animales.
Cnidarios, poríferos y equinodermos: carecen de
excretor. Expulsan los desecho al exterior por difusión o
por el único orificio digestivo. Son animales
isoosmóticos (tienen la misma concentración en sus
células que en el medio externo).
Platelmintos: tienen protonefridios, canalículos ciegos
con una célula flamígera en el fondo. Ésta posee cilios
que mueven los desechos a la periferia.
Anélidos y moluscos: presentan metanefridios,
unidades excretoras con una abertura ciliada, el
nefrostoma, que filtra los residuos, eliminados por un
orificio llamado nefridioporo. En anélidos el excretor
está metamerizado (dos metanefridios por anillo). En
moluscos el metanefridio se llama órgano de Bojanus
y vierte a la cavidad pericárdica.
Artrópodos: sus órganos excretores son los tubos de
Malpighi, órganos tubulares ciegos que extraen los
residuos de la hemolinfa y vierten al intestino. Los
productos nitrogenados (ácido úrico) se expulsan en
forma sólida con las heces, ahorrando agua.
Los crustáceos presentan glándulas antenales o
glándulas verdes y los arácnidos las glándulas
coxales.
6.2. EXCRETOR EN VERTEBRADOS
Aunque el principal sistema excretor en vertebrados es el
sistema urinario (que excreta orina), otros órganos
excretores son: glándulas sudoríparas (sudor), glándulas
lacrimógenas (sales), glándulas de la sal (sales), los
órganos respiratorios como branquias y pulmones (CO
2
), la
vía hepático-biliar (pigmentos y sales biliares), etc.
Según el tipo de excreción urinaria los vertebrados se
clasifican en:
Amoniotélicos: excretan los productos nitrogenados en
forma de amoniaco. Peces óseos y otros animales
acuáticos. Los teleósteos marinos beben mucha agua y
excretan una orina muy concentrada (hipertónica),
expulsando el exceso de sales por las branquias.
Ureotélicos: excretan urea. Mamíferos, anfibios y
algunos peces óseos y cartilaginosos. Los condrictios
almacenan parte de la urea en su medio interno,
impidiendo la pérdida de agua por ósmosis en medios
marinos.
Uricotélicos: excretan ácido úrico. La mayoría de
reptiles (incluidas las aves), insectos y caracoles
terrestres.
Para ir a donde no se sabe hay que ir por donde no se sabe.” San Juan de la Cruz
“It must be a strange world not being a scientist, going through life not knowing--or
maybe not caring about where the air came from, where the stars at night came from
or how far they are from us. I WANT TO KNOW” Michio Kaku
“Nullius in verba” Robert Boyle, Christopher Wren y Robert Hooke
Tráqueas (venas) del ala de una libélula
Órgano respiratorio secundario de peces
Pulmones alveolares en peces pulmonados
Traquebranchias del insecto megalóptero Corydalus cornutus.